Tras perder la final por el ascenso ante Racing de Córdoba el pasado domingo, el defensor pergaminense de Villa Mitre, Agustín Pezzi, pasó por los micrófonos de La Gloria o Devoto y expresó el sentimiento que invade al plantel Tricolor”. El marcador central, confesó que están invadidos por la tristeza, aunque con la satisfacción de haber dejado todo en la final en Villa Mercedes. Además, “Guti” hizo un balance grupal, donde se mostró orgulloso de la campaña, sin embargo en el individual se sinceró y dijo que le hubiese gustado tener mayor continuidad. También aclaró que debe volver a Douglas club dueño de su pase, y allí evaluará los pasos a seguir.
Agustín Pezzi todavía está con el dolor típico de perder una final. El domingo, con su Villa Mitre cayeron por penales ante Racing de Córdoba en Villa Mercedes, y cuenta: “El dolor es mucho porque estamos ahí, a un pasito, sabíamos que llegábamos contra un equipo como es Racing, pero las finales son a un partido y ahí es matar o morir. Lo que duele es que se hicieron las cosas bien durante el año, fuimos un equipo que fue cambiando, fue madurando a lo largo de los partidos y duele, tanto nadar para morir en la orilla. Pero ahora más tranquilo, estamos con dolor pero a su vez sentimos tranquilidad de que se dejó todo, se hizo todo y los penales es una especie de lotería”, explicó el defensor, que paró la pelota y analizó: “Para hacer un balance, al principio de torneo encontramos un respeto por parte de los rivales. En las primeras fechas demostramos que éramos un equipo muy intenso y que también cuando se tenía que ensuciar las manos se las ensuciaba, por ahí era eso los que nos llevó hasta acá, éramos un equipo que te jugaba igual de local o visitante y cuando se tenía que poner se ponía y cuando se tenía que jugar se jugaba, y cuando se tenían que defender se defendía. Demostramos esa madurez de que nos podíamos acoplar a lo que el partido pedía, sentíamos que los rivales nos respetaban un montón, las primeras fechas arrancamos con un buen nivel y veíamos el video de los rivales y veíamos que jugaban, equipos muy duros, caso Camioneros o Cipolletti que tuvieron una buena primera etapa y después nosotros cuando íbamos a la cancha de ellos, nos respetaban bastante, notábamos eso, pero nosotros nos ganamos eso, estábamos confiados. En la mitad del torneo tuvimos un bajón anímico que es normal, una serie de derrotas, de empates, pero siempre nos mantuvimos en el segundo puesto, nunca bajamos menos que eso. Sabíamos que ese bajón anímico iba a mejorar, el gran grupo que se formó hizo que el barco no se hundiera, había muy buenos futbolistas pero sobre todo buenas personas e hizo que estemos unidos y pegar ese envión anímico. Éramos un equipo duro, nos acoplábamos a lo que pedía el partido”.
Sin embargo, “Guti” recuerda el momento en el que bajaron el nivel en el certamen: “Fue cuando perdemos el primer clásico con Olimpo, el barco tambaleó un poco y cuando volvemos a jugar el segundo clásico que nos toca perder las sensaciones eran raras, porque Olimpo pegó ese estirón con los puntos y era difícil alcanzarlos y nos juntamos a hablar, ayudaba que estábamos en el segundo puesto. Nunca bajamos, sabíamos que estábamos en un mal momento porque sabíamos lo que podíamos dar, teníamos buen recambio, y nos dio esa jerarquía que nos depositó en la final”, manifestó, y acerca de la finalísima en “La Pedrera”, indicó:“Hubiese dolido menos perder en los 90´, los penales te dan una adrenalina más. Estaba para cualquiera, el primer tiempo dominaron ellos, en la semifinal tuvimos un partido difícil, pero más de lo anímico porque se paró Bahía Blanca. Varios jugadores tuvieron esa tensión emocional que Racing no la tuvo y eso lo aprovechó en el primer tiempo, en el segundo demostramos que estábamos para más, y si jugábamos 10 minutos más lo ganábamos”.
El Tricolor fue de los mejores de la zona sur del Federal A, y Pezzi lo valora: “Por cómo se dio el formato del torneo siempre intentamos estar tranquilos, el estar segundos o terceros la única ventaja era la localía, no tenías otra ventaja. Sabíamos que en los playoff los partidos eran matar o morir, sabíamos que éramos un equipo vertical y eso nos iba a beneficiar, sabíamos que Olimpo fue el mejor pero después era a cara de perro. Teníamos que dejar todo ahí, los penales son 60 por ciento suerte y el otro 40 es patearlo bien”, señaló, sin embargo separó el funcionamiento grupal del personal: “El balance colectivo muy positivo, porque llegamos a la final, el grupo era espectacular, conseguimos cosas a nivel grupal que en otro año no se habían conseguido y en lo individual no tan bien como yo esperaba, vine con otras intenciones, me llamaron para jugar y no encontré la regularidad o la continuidad que vine a buscar acá. Gracias a Dios los partidos que jugué me fue bien y por eso estoy contento, lo difícil es que estás bien cuando no tenés continuidad.Me llamaron con otras intenciones pero después hubo decisiones que no coincidí pero que respeté, me tocó romperme el lomo, conseguí un gran nivel, maduré, tuve partidos buenos contra rivales muy difíciles, caso Peñarol de visitante, Estudiantes de San Luís.Estoy contento porque llegué a un nivel sin tener continuidad, pero uno siempre busca más”.
Sobre ese poco rodaje que tuvo en el conjunto de Carlos Mungo, el pergaminense de 25 pirulos mantiene la teoría de que sus competidores en el puesto llevan cantidad de torneos en la institución: “Influyó mucho, los centrales hace varios años que están acá, el 4 también, el técnico se aferró a eso en todo momento y uno quería continuidad, que sabía que por más que esté de la mejor manera, no la iba a tener. Son cosas externas, son decisiones, si uno rinde mal tiene que mejorar, pero las veces que me tocó me fue bien, el nivel lo mantuve”, aseguró, y en cuanto al futuro, aclaró: “Mi prioridad es Douglas, mi pase está ahí, yo le renové porque amo el club, porque soy de ahí y mi prioridad siempre va ser Douglas. Tengo ofertas, nada concreto, pero mi prioridad va a ser Douglas, y me sentaré a ver qué pasa”.
La realidad es que su pase pertenece al rojinegro, sin embargo, Pezzi deberá resolver varias cuestiones, más que nada la económica: “Dependerá de las intenciones de todos, las intenciones que tenga el club de que yo me quede o no, juega un poco todo. Esto es un trabajo, es muy difícil llegar a fin de mes, aumenta todo y es una realidad, a uno le costó en su momento sobre todo en pandemia, casi desalojomi casa con mi novia porque no me daba para llegar a fin de mes, tuve que vender budines porque no llegábamos, entonces uno busca mejorar en eso para enfocarse solamente en el fútbol. Son muchos factores los que se tienen que tener en cuenta”, tiró, y en el cierre no negó la chance de continuar en Bahía Blanca: “No está descartado, no hablé con nadie, me hicieron saber que estaban contentos conmigo. No me dijeron que íbamos a renovar, pero la posibilidad acá esta. En el año quiero jugar y tener la continuidad que me merezco, siento que estoy en mi mejor nivel, este año quiero jugar, no hay nada descartado”.