Juan Pablo Miño es el undécimo refuerzo de Douglas de cara al próximo Federal A, y se presentó en La Gloria o Devoto. Para el rosarino, que hizo prácticamente toda su carrera en Chile, es un desafío volver a su país y se exhibió feliz por además, estar cerca de su familia. Además, el ex Cobresal y Coquimbo Unido, mostró expectativa por el llamado del cuerpo técnico, y aguarda una temporada llena de éxitos con el “Milan de Pergamino”.
Tras varios años en Chile, Juan Pablo Miño regresó a su país y se transformó en el 11mo refuerzo de Douglas: “Muy contento, agradecido del recibimiento y la verdad que después de tantos años estar afuera, estar cerca de mi casa en Rosario y en un club como este, es un privilegio. Espero que sea un gran año, uno viene con todas las expectativas, de haber conversado con el entrenador y que las expectativas del club sean altas que es pelear el ascenso.A uno como jugador lo motiva y personalmente me motivó mucho y me ayudó a tomar la decisión de venir para acá”, explicó el mediocampista.
El rosarino de 35 pirulos, tiene doble ciudadanía y lo explica: “Nacionalizado porque estuve 14 años jugando en Chile.Me nacionalicé, años atrás tuve la chance de ir a la Selección y no se dio. Tuve la suerte de estar en clubes muy lindos, de mucha gente, mucha presión y eso al jugador lo motiva, ayuda a que el jugador siga creciendo”, aseguró, y confesó por qué tomó la determinación de retornar a sus pagos: “Fue una decisión familiar, íntima. Después de estar tanto tiempo afuera uno quiere disfrutar de la familia, tengo a mi papá en Rosario y quería que mi hijo disfrute de él, también quería seguir jugando, me siento bien para seguir haciéndolo, estoy bien físicamente.Terminé jugando allá y la idea era tratar de seguir acá por el mismo camino, llegar a un club competitivo. Gracias a Dios se dio esta oportunidad todo rápido, fluyó todo rápido y cuando es así es el lugar indicado donde uno tiene que estar”.
Miño proviene de un fútbol clamoroso, tanto como el argentino: “Iquique es un club de una hinchada apasionada, tiene mucha gente, la presión se siente. Douglas es un club muy importante en cuanto a las aspiraciones, hablé con el entrenador de las aspiraciones que tiene en mí y de cómo se está armando el grupo. Se lo ve muy bien, estoy contento de llegar acá, que todo se dio rápido y cuando uno ve que se mueven rápido de un lado es porque hay interés y es el lugar donde uno tiene que estar”, manifestó.
Acerca del Federal A, el ex Central Córdoba se sinceró: “Tenía compañeros que han jugado, me han dicho que es un torneo muy competitivo, difícil, hay buenos equipos que se arman para ascender, sobre todo en la zona norte. Vengo con toda la fe, con todas las expectativas de que este va a ser un gran año en Douglas, de que vamos a tener un gran grupo. Hay un gran cuerpo técnico y cuando todo está alineado, las cosas se hacen mucho más fáciles. Vengo con todas las ganas de entrenar, de estar con el grupo y que esto comience lo más rápido posible”, señaló, y sobre sus virtudes futbolísticas, amplió: “Volante de mucha marca, mucho quite, me gusta tener la pelota, manejar el mediocampo, presionar, de jugar a proponer, de atacar, las características que tengo encajan bien con lo que quiere el entrenador. Vengo aportar experiencia y a sumar, hay que tirar todos para adelante, va a ser un año lindo y con lindos desafíos”.
Juan Pablo no ocultó su amor por Newell´s, y la camiseta del “Milan de Pergamino” le sienta bien: “Rojo y negro son colores que amo”, tiró, y en el cierre dejó un mensaje al hincha: “Que Douglas tiene un equipo espectacular, es fundamental el apoyo, que esté siempre, que sean constantes, eso el jugador lo siente y es un jugador más, que apoyen que nosotros adentro de la cancha vamos a responder”.
