El presidente de Juventud Obrera, Alejandro Zelaya, charló con La Gloria o Devoto y detalló una obra trascendental que están llevando a cabo, como es el cerramiento del “Orlando Santini”, en reemplazado del viejo alambrado. El “tucumano”, confesó que le gustaría ser protagonista del torneo de Segunda División de la liga pergaminense, aunque en esta temporada prioriza ganar en infraestructura por sobre el éxito deportivo. Además, el titular ocampense adelantó la construcción de una tribuna para 200 personas, y avisó que su máximo anhelo es tener en un futuro inmediato un plantel con mayoría de jugadores del pueblo.
Juventud Obrera está llevando adelante una obra enorme, como es la cerrar el “Orlando Santini” con un paredón, en reemplazo del viejo alambrado: “Es el tercer año que soy presidente del club. Nos habíamos propuesto en primer lugar en sanear el club, comprar un micro, tener infantiles e inferiores, que las categorías superiores que estén formadas con chicos de Ocampo, poner luces led y cerrar la cancha era utopía para nosotros. Todo lo que fui diciendo ya está cumplido, nos dio una mano la Cooperativa Eléctrica de Ocampo con las luces y el pueblo nos ayuda porque vendemos una rifa semanalmente y hoy nos falta cerrar la cancha y hacer una tribuna para 200 personas. Hasta ahí llega mi limite, una vez que consiga eso le voy a dar lugar a los jóvenes. Ojalá que lo podamos cumplir, este año cerrar la cancha y el que viene hacer la tribuna”, explicó Alejandro Zelaya, titular de Jomo.
El empresario agroindustrial, aclaró por qué no están obteniendo resultados positivos en el torneo de Segunda División de la liga pergaminense: “Lamentablemente para nosotros y la mayoría de los clubes tener un equipo competitivo significa mucho dinero. Yo veo que al no tener tanta cantidad de habitantes se hace más difícil tener un equipo genuino de la región y ser competitivo, eso implica traer jugadores de afuera que eso implica tener que gastar mucha plata. Yo gasto toda la plata que ingresa en un equipo competitivo pero después la cancha se me cae a pedazos y en cuanto a infraestructura no puedo avanzar. Hace tres años que estamos poniéndole el pecho a los chicos de Ocampo, este año vino Facundo Ermini, un chico que es del pueblo, y nos da una mano. Hemos decidido transitar otro camino, no es que no somos competitivos, no se nos dan los resultados pero estamos creciendo desde otro lado”, indicó.
En ese camino, Zelaya deja bien sentado que tras las metas propuestas en infraestructura, irán por lo futbolístico: “Con una mano en el corazón, hay gente que lo entiende y gente que no, mi familia cada vez que Ocampo pierde se va muy amargada a mi casa. Yo lloré dos veces en mi vida, una cuando perdí a mi viejo y otra cuando Ocampo se fue a la B el año pasado. Me duele hasta la médula verlo así, estoy convencido que cuando terminemos con esto y pongamos al club de pie vamos a crecer futbolísticamente. El año que viene vamos hacer un equipo competitivo, cumplimos el 90 u 80% de los objetivos que nos propusimos, estamos invirtiendo la poca plata que invertimos en el fútbol de inferiores”, manifestó, y agregó: “El año que viene vamos a ser un equipo que va a pelear bien arriba, no me voy a morir sin ver a Ocampo campeón, pero quiero ver a 6 chicos de Ocampo en cancha, quiero tener jugadores genuinos y que sean de Ocampo, vamos a ir por ese camino, lamentablemente esto lo teníamos que pasar, veníamos bien de lo deportivo, pero mal económicamente”.
Igualmente, para el “tucumano” es clave el apoyo que posee de su localidad y los hinchas: “Todas las obras son importantes, lamentablemente hoy los resultados mandan. Son los menos los que miran la infraestructura, le pedimos a la gente que siga acompañando. Nos pone contento que ayer se juntaron un grupo de chicas genuinas para representarnos. Vamos hacer un equipo genuino de Ocampo y eso nos pone muy contentos. Los dirigentes nos somos los dueños de los clubes, si no que nos toca tomar las decisiones importantes, Juventud Obrera es un club que es del pueblo. Necesitamos que los padres sigan acompañando y que tomen dimensión que queremos un club serio y ordenado”, señaló.
En el cierre, Alejandro habló desde lo personal y lo que le genera este crecimiento en la entidad: “Mucha satisfacción. Tengo la suerte que mi mujer me acompaña día a día con el club, si la familia no te acompaña es muy difícil, pero al ver que las obras se están dando y se dan los frutos te genera satisfacción. Juventud Obrera fue el club de sus amores de mi viejo, y hoy cuando cumplimos un sueño pienso en mi viejo y lo feliz que estaría, también la gente del pueblo”, culminó.
