Hace exactamente 365 días que en Pergamino las canchas de básquet estaban cerradas, y sin ningún tipo de actividad, por la maldita pandemia.
Muy de a poco, con un trabajo silencioso de su Comité Ejecutivo, la casa madre del baloncesto local comenzó a reunir a los clubes con la idea de que la naranja comience a picar nuevamente. El trabajo y esfuerzo de cada uno de los responsables hizo que se pudiera realizar con éxito el regreso a la competencia oficial en cada una de las categorías.
¿Para muchos fue corto?… Puede ser, pero la expectativa que generó cada una de las definiciones de cada categoría no se veía hace años; o mejor dicho, nunca se había visto. Definiciones apasionantes con un nuevo y novedoso formato, canchas que colmaban su capacidad y hasta gente quedándose afuera y algo que, con esfuerzo y elevando aún más la vara de la competencia se televisó cada una de las finales; desde U-13 hasta Primera.
El balance, en un corto lapso de tiempo de competencia, ya había sido por demás de exitoso. Obviamente que con la evaluación hecha en ese semestre vislumbraba que el 2022 sería totalmente diferente.
Las competencias en las divisiones inferiores fueron creciendo, con ellas también el trabajo en las selecciones de Pergamino bajo la conducción de un grupo de entrenadores serios y con sus pergaminos a cuestas. En la máxima categoría la continuidad de partidos hizo que la gente, después de lo que fuera el éxito de la primera temporada de Pergamino Básquet dentro de la Liga Argentina, tuviese una agenda cargada de partidos semanalmente.
Todo eso hizo que la Asociación Pergaminense de Básquet tenga su crecimiento que por años buscó a través de diferentes proyectos pero nunca llegó a concretar. Hoy, bajo una conducción seria, se están pudiendo llevar adelante. Con gran cantidad de partidos, con la televisación de los mismos a través del acuerdo firmado con Digital TV y con un trabajo serio en todas sus áreas, el básquet domestico sigue creciendo a pasos agigantados nutriendo así de jóvenes promesas al primer equipo de Pergamino Básquet.
Como cierre de este primer semestre del año se coronó con la llegada de un medallista olímpico y ex jugador de NBA como Walter Herrmann.
Muchos de los chicos que presenciaron el campus no lo vieron jugar pero les puedo asegurar que era un fuera de serie. Ya desde su época de Liga Nacional se veía que iba a llegar lejos y que su carrera iba a ir en franco ascenso. Para aquellos que aún no saben quién fue Herrmann, les refresco la memoria y les digo que fue campeón de la Liga Nacional con un histórico como Atenas y en el club de sus amores, San Lorenzo; campeón Sudamericano con la selección nacional, con Flamengo de Brasil fue campeón del mundo, en España consiguió la Liga ACB y la Copa del Rey con Unicaja Malaga. Y tiene el logro mayor de la historia del básquet argentino: la medalla olímpica en Atenas 2004. Un hito para el deporte nacional y mundial. Obviamente que su carrera personal llego a la cima cuando desembarcó en Estados Unidos para jugar en la NBA, la mejor liga del mundo, en Charlotte Bobcats y Detroit Pistons.
El venadense, con todo su curriculum a cuesta, estuvo presente en la ciudad para llevar a cabo su campus de perfeccionamiento y tanto fue el interés de los chicos que en pocos días logró llenar los cupos disponibles. Créanme que todo, pero absolutamente todo, estuvo a la altura. Lo hermoso que fue ver cada cancha con más de 30 chicos por grupo, junto al acompañamiento de los padres en las tribunas, le dio un marco familiar y de gran clima en cada una de las tres jornadas.
Eso genero un jugador de semejante trayectoria como lo fue Walter Herrmann, que desembarcó en la ciudad como frutilla del postre que viene teniendo el auge del básquet local en los últimos años.
Como dijo el jugador que brillara en la selección nacional, Europa y la NBA en su cierre: “Siempre luchen por sus sueños. Si yo, que salí de una ciudad igual a Pergamino, logré llegar a la NBA, ¿Por qué ustedes no podrían lograrlo?”.
