Bruno Nasta concluyó una temporada rauda, que él mismo la consideró vertiginosa. En diálogo con La Gloria o Devoto, el pergaminense, que arrancó el año regresando a la Primera Nacional con Maipú, donde convirtió varios tantos, lo culminó en un grande del interior como San Martín de Tucumán, y por eso se muestra conforme. Sin embargo, el hijo de Gabriel ya piensa en su lo que viene, y si bien su pase pertenece a los mendocinos, avisa que tiene ofertas y las analizará. Además, el goleador ya piensa en el futuro, e imagina trabajar con su padre en un cuerpo técnico.
Finalizó el 2022 para Bruno Nasta, que tiene su propia consideración: “Un año vertiginoso y lo llevo hasta el año pasado, estaba jugando Federal A en Huracán Las Heras, después vine a jugar a Deportivo Maipú en Nacional B, terminar en un equipo tan grande como San Martín de Tucumán es algo vertiginoso, muy rápido, hay que procesarlo y asimilarlo rápido, pero es algo muy positivo. Por algo se dan las cosas”, explicó el delantero, que agregó: “Fui a préstamo a San Martín porque se había lesionado Abel Argañaraz y tenían un cupo. En San Martín me querían llevar a principio de año, cosa que no se pudo dar por temas contractuales míos. Se decidió hacer un préstamo por lo que quedaba del torneo y llegué a jugar 6 partidos.Hoy se está terminando el préstamo, así que en principio tengo que volver a entrenar a Maipú. Hay varias cláusulas de salida y aspectos contractuales que no me atan, si sigo en Maipú es hasta diciembre del año que viene”.
El ex Sansinena, comenzó la temporada con el “Cruzado” convirtiendo varios goles, aunque después fue perdiendo el puesto, algo que tiene fundamentación: “Tuve un primer semestre muy bueno, después empezaron aparecer ofertas tanto de Primera como de afuera y en el lapso ese de que me iba y me quedaba, pasás a no poder jugar porque las transferencias están culminadas. Estuve varios partidos sin jugar hasta que llegó lo de San Martín, y fue una experiencia muy linda”, aseguró, y acerca de lo que viene, expresó: “Hoy en día, por terminar en un club tan grande como terminé, tengo ofertas. Me las tomo con tranquilidad, necesito estar en familia.Hay muchas cosas extra deportivas para estar bien, ofertas hay, no voy a mentir, pero en este momento intento descansar, el año fue largo, recién ahora estoy de vacaciones y ahora disfrutando con la familia. Estoy con el teléfono escuchando ofertas, y si sigo en Maipú me tengo que presentar el 12 de diciembre”.
Más allá de prácticamente instalarse en la máxima categoría de ascenso del país, Nasta no se olvida de una divisional que lo marcó: “El torneo Federal A lo que te da es que el jugador está preparado para jugar en cualquier tipo de categoría, ya sea superior o Primera División. Es difícil venir de Nacional B y jugar Federal A, el Federal te da variables, porque te encontrás con canchas buenas, malas, equipos buenos, malos, que te pegan, pero la diferencia que noté es lo físico. El Nacional B tenés que estar bien físicamente, no te alcanza con ser bueno, hay equipos con buena dinámica”, manifestó, y continuó: “Este torneo los jugadores más relevantes son los que jugaron en Primera División, pero en la mitad del año te encontraste con varios jugadores que vienen del Federal A, Bruno Nasta, que viene de Huracán las Heras, Octavio Bianchi, que viene de Sansinena, Silba que viene del Federal A, hay en muchos puestos y eso es lo que te da la categoría”.
Consultado si a la hora de elegir club priorizará lo económico, la divisional, o las dos, el hijo de Gabriel fue directo: “Lo ideal sería el combo perfecto, lo que pasa es que arranqué el año en un lado y terminé en otro. Mis aspiraciones deportivas cambiaron al estar en un club tan grande, te pica el bichito del equipo grande. Uno se fija en lo deportivo y que la familia está bien, hay que tratar de estar cómodo y feliz para poder rendir”, indicó.
En el cierre, Bruno contó de su papá: “Hablamos siempre con mi viejo, tratamos de no hablar mucho de fútbol porque nos termina haciendo mal”, tiró, y si bien todavía le queda hilo en el carretel y le gustaría ser dirigido por él, sorprendió con un deseo: “Ojalá. Hoy en día es difícil tener técnico y jugador, hijo y padre, antes se veía más. Ya lo tuve en Brown, me gustaría hacer un proyecto técnico-jugador, y cuando yo me retire sería lindo un proyecto los dos como un cuerpo técnico. No me veo manejando un grupo como técnico, tengo buen ojo en buscar jugadores y en lo táctico”.