El pergaminense, Máximo Guzmán, tras quedar libre con Estudiantes de La Plata se transformó en nuevo refuerzo de Brown de Adrogué, y luego de confirmar la noticia charló con La Gloria o Devoto, donde mostró su alegría por este enorme paso en su carrera. Para el centrodelantero de 20 años, su puesto requiere eficacia en la red contraria, y por eso confesó que su único objetivo en el equipo de Pablo Vicó será el de convertir. Además, el ex Argentino explicó por qué no regresó a su ciudad a disputar el Regional Amateur, y se exhibe esperanzado con un hacer una gran temporada en la B Nacional con el elenco del “Bigotón”.
Máximo Guzmán no tuvo tiempo para el duelo. Luego de quedar libre con Estudiantes de La Plata, ya consiguió club y jugará la próxima B Nacional: “Estoy entrenando en Adrogué hace un mes, cortamos este viernes 16 con un último amistoso contra Lanús y previo a la mudanza voy a estar 15 o 20 días en Pergamino de vacaciones”, comenzó la charla el protagonista, que contó de su corta carrera: “Estuve casi 6 o 7 años en Banco Provincia y después 5 años en Argentino, pasé a Estudiantes de La Plata a fines de 2019, y a fines de este año, hace un mes estuve yendo a Brown de Adrogué y hace un mes se confirmó mi llegada al club con la firma de contrato”.
Acerca de su paso por el “Pincha”, el goleador no guarda rencor y reconoce que el 2020 lo perjudicó: “Llegaba con una ilusión terrible, venía jugando de titular, había hecho goles en los amistosos. Después hubo un parate por la pandemia, mi familia siempre me bancó, yo nunca paré, me iba a correr a un campo, utilizaba una mochila con libros para hacer peso, pero sin perder la cabeza porque en algún momento me iba tocar volver”, aseguró, y valoró el mundo de la institución platense: “Personalmente, la gente de Estudiante, creo que no hay otro club que se dirija con tanto respeto y con tanto amor hacia una persona que no la conoce y siempre un ´buen día`, un `buenas tardes`, yo andaba sin plata, sin representante y gente del club se ofreció a todos los días que pase por el country y me daban de comer. No era su responsabilidad, eso no me lo voy a olvidar nunca. Pasé por malos momentos, es difícil estar lejos de la familia, ahí me di cuenta que Estudiantes es una familia”.
Guzmán quedó libre a la edad del primer contrato, aunque fue algo que no lo sorprendió: “El último tiempo en Estudiantes no venía jugando, me daban minutos en Cuarta, me ofrecieron irme a Atenas de Uruguay, en un momento apareció Riestra, Güemes y a lo último se abrió una puerta por Javier Ascacíbar, que es papá de Santiago Ascacíbar. Se ofreció a darme una mano, en Adrogué esperaban jugadores y fui un miércoles, en una semana me dijeron que había quedado, pasaron dos semanas y ya me hicieron un contrato”, expresó, y de su llegada al elenco de Pablo Vicó, detalló: “En un primer momento fue un baldazo de agua fría, se me presentó todo muy rápido, había conseguido una prueba en Riestra por Bruno Benítez, me dijeron que vuelva en diciembre, y fueron muchas cosas que me hicieron no pensar en Estudiantes. Me llega lo de Brown de Adrogué, que se dio de la mejor manera, hablo mucho con mi familia y no soy consciente de las cosas que me fueron pasando y dónde estoy parado”.
Este paso para el ex Argentino es vital para continuar con su carrera de ser profesional, y no se olvida de los suyos: “Ahora que estoy lejos de la familia, que no pueden transmitir tanto, por mensajes es una cosa y cara a cara es otra, cada vez que me cruzo a un amigo o conocido se ponen contentos porque es un logro importante y el haber superado lo de Estudiantes”, señaló, y de sus expectativas para lo que viene, fue directo: “Más que nada que uno en esta posición se alimenta con goles, si la pelota entra en el arco abre muchas más puertas, el 9 mete goles y eso es lo que más llama la atención. Se volvió una liga muy competitiva y difícil de jugarla”.
Máximo ya se perfila en el conjunto del “Bigotón”, al menos en los encuentros preparatorios: “Hicimos un primer amistoso contra San Telmo, me tocó estar en el equipo titular, y a uno lo llena siempre de ilusión y predispuesto de dónde me toque. El amistoso contra los Andes entré en el segundo tiempo y ahora el último amistoso es contra Lanús y vamos aprendiendo y pasando un proceso nuevo para mí pero con ganas de crecer”, indicó, el atacante, que también habló de objetivos personales: “Arrancar enero de la mejor manera, ponerme a la par de mis compañeros e ir ganándome un puesto, y si se me abre el arco ganarme la 9, si Dios quiere”. Y en el cierre, contó por qué no pudo regresar al Blanco este año: “Estuve a nada de jugar el Regional, pero apareció lo de Adrogué, y les pedí perdón”.
