Luego de casi dos años de recintos vacíos, shows sin público transmitidos por streaming y aforos limitados a su mínima expresión por la pandemia de coronavirus, la lógica indicaría que el 2022 debería ser recordado como el año del regreso de la presencialidad sin restricciones en los espectáculos, pero en realidad fueron cuestiones derivadas de esta normalización las que dieron un rasgo distintivo a este período y marcaron un fenómeno, que el tiempo dirá si llegó para quedarse.
Como hacía décadas no ocurría, el año que se esfuma se caracterizó por presentar una agenda recargada de conciertos, con la particularidad de que prácticamente todos ellos colgaron de inmediato el preciado cartel de “entradas agotadas” y, en general, obligaron a sumar más fechas.
No hubiera desentonado en estos meses el oportuno hit “Paren de venir” que el grupo The Sacados grabó en los años `90 para graficar con sorna el aluvión de artistas extranjeros que la paridad cambiaria trajo en aquellos años, con la diferencia que esta vez las visitas internacionales no opacaron ni restaron público a los números locales.
Es que a diferencia de lo sucedido en la última década del siglo pasado, cuando el público optaba por los recitales extranjeros y relegaba los shows locales para no ver resentida su economía, esta vez hubo récord de asistencia tanto en conciertos internacionales como en nacionales.
La dinámica de tickets que se agotaban apenas minutos después de salir a la venta hizo que todos fueran agregando funciones, muchas veces en grandes cantidades, lo que rompió todas las marcas posibles.
Por supuesto que las 10 fechas en River que Coldplay ofreció en octubre y noviembre, con su total estimado de 650.000 personas -récord absoluto de presentaciones de un artista en ese estadio en una misma visita-, se lleva todos los focos, pero también hubo cuatro Vélez de Duki, ocho Movistar Arena de Fito Páez y de Ricardo Arjona, otros tanto Luna Park de Luciano Pereyra y 31 Teatro Ópera de Abel Pintos, por citar apenas algunos ejemplos al azar.
La dinámica fue siempre similar: se anunciaba una o algunas pocas fechas, a los minutos se agotaban, se lanzaban nuevas fechas, y así hasta redondear un número que en su mayoría estableció marcas inéditas.
El listado de shows internacionales que pasaron por nuestro país a lo largo de 2022 incluye a Maroon 5, Kiss, Kool & The Gang, A-ha, Joss Stone, Rosalía, Marc Anthony, J Balvin, Bad Bunny, Daddy Yankee, Demi Lovato, Green Day, Billy Idol, Dua Lipa, Guns `N´ Roses, Die Toten Hosen, Rosalía, Nathy Peluso, Maluma, Liam Gallagher, C Tangana, Harry Styles, Slipknot, Judas Priest, José Luis Perales y Joan Manuel Serrat, entre tantos.
También fue el regreso de los grandes festivales, desde el Cosquín Rock, pasando por Lollapalloza Argentina, que tuvo a Foo Fighters y Miley Cyrus, entre otros; y el desembarco del Primavera Sound, con Jack White, Pixies, Cat Power, Björk, Arctic Monkeys , Interpol y Lorde, entre tantos.
Algunos casos, como Kiss y Maroon 5 por citar apenas dos ejemplos, eran actuaciones que habían sido canceladas en 2020 y reprogramadas varias veces hasta que la situación sanitaria permitió su realización. Esto en parte contribuyó a que el número de visitas fuera más elevado que lo normal.
Pero como se remarcaba, la agenda de show locales no solo no se vio afectada por todas estas visitas, sino que también fue agregando fechas en lugares con grandes capacidades para los artistas argentinos.
Por un lado, muchos exponentes de las nuevas generaciones tuvieron, a la par de su crecimiento a nivel internacional, sus primeros conciertos en estadios: Duki sumó la friolera de cuatro Vélez, Wos encaró una cancha de Argentinos Juniors y un Estadio Único de La Plata, Trueno tuvo tres Luna Park, Nicki Nicole llenó el Movistar Arena, Lali hizo lo propio en el Luna Park, Tini en el Hipódromo de Palermo y María Becerra en GEBA.
Por otra parte, figuras como Fito removió los recuerdos de varias generaciones con su revisita a “El amor después del amor” y llenó varios Movistar Arena, del mismo modo que habrá ocurrido con el anuncio del retiro de los escenarios de Joan Manuel Serrat y José Luis Perales. David Lebón se le animó a un Luna Park, Ciro llenó Vélez y Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado reeditó casi 30 años después el Huracán ricotero.
Por supuesto, a lo largo del año hubo muchas columnas periodísticas que en su afán por dar respuestas al fenómeno de público en todos los shows hicieron oír la voz de psicólogos, sociólogos y economistas, entre otros profesionales.
Algunos atribuyeron este boom a la sensación de querer disfrutar el “aquí y ahora” tras la experiencia de la pandemia y el espíritu celebratorio que pudo verse en cada encuentro musical es la prueba más cabal de esto.
A la plena conciencia de la finitud a la que nos expuso el coronavirus probablemente se le haya sumado el factor económico. La pérdida diaria del valor de la moneda por la sostenida inflación impulsa el gasto. Si es para algo placentero, doble acierto.
La realidad es que los primeros grandes anuncios para 2023 nos ponen a las puertas de otro año de similares características en este rubro: habrá un nuevo Lollapalooza en marzo con Drake, Rosalía, Tame Impala, Blink 182, Billie Eilish y Lis Nas X como principales atracciones; Imagine Dragons confirmó su postergada visita para marzo y el DJ Calvin Harris abrirá el año internacional en enero con una presentación en el Estadio Único de La Plata.
En el plano local, envalentonado por el récord en el Movistar Arena, Fito anunció un Vélez, al igual que Divididos, Lali y La K´onga. Y todo hace pensar que muchos de los grandes nombres de la música urbana también tienen estadios de fútbol en su futuro cercano.
“Sigan viniendo”, debería llamarse un hipotético hit de este tramo del milenio, total hay público para todos y todas.