Los bonos que anunció el Gobierno nacional para trabajadores informales, monotributistas, trabajadores de casas particulares y jubilados y pensionados son “un refuerzo” frente a la suba de la inflación que se registró en el primer trimestre del año, de acuerdo con referentes de los sectores que serán alcanzados por el beneficio.
“Es un refuerzo de recursos para los sectores más golpeados. La Argentina está creciendo, el desempleo está bajando pero hay que trabajar en la distribución de ese crecimiento”, afirmó el secretario de Articulación de Política Social del Ministerio de Desarrollo Social, Gustavo Aguilera.
En declaraciones a Radio Provincia, sostuvo que “esto es para acompañar a las familias que más necesitan en esta carrera contra la inflación. Es una medida oportuna porque es necesaria en el territorio”, y señaló además que “es un beneficio en todos los sentidos, porque también moviliza el consumo interno”.
Por su parte, el abogado especialista en derecho previsional Adrián Frascino dijo a FM Estudio 2 que el anuncio del bono de $12.000 para jubilados y pensionados -que se suma a otro de $ 6.000 pagado en abril- es “una noticia buena para los que reciben el bono” y consideró que de este modo “el Gobierno se hace responsable de la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados”.
Frascino consideró que “cuando le dan a los jubilados hay que celebrarlo, ahora el Gobierno redobla la apuesta y como se disparó la inflación en el mes de marzo les da este bono a los que cobran hasta el valor de dos jubilaciones mínimas”.
“Eso empalmaría con el aumento de marzo, el bono de $6.000 de abril, el bono de $12.000 de mayo y tendría que venir el aumento en junio”, detalló el abogado.
Laura Cibelli, integrante de la mesa nacional de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), indicó en declaraciones radiales que “cualquier medida redistributiva del ingreso es para estar de acuerdo porque la situación es bastante compleja; es una buena medida en términos de que es una medida distributiva”.
La integrante de la UTEP afirmó que “la situación es bastante grave, la gente no está llegando, todos los días se cae alguien a la pobreza o indigencia; un peso en el bolsillo a cualquier persona que está por debajo de la línea de la pobreza, le viene bien”.
“Estamos hablando de un universo de por lo menos 8 millones de personas que no reciben ingreso, que trabajan en la informalidad”, agregó Cibelli.
En tanto, el Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, Walter Martello, pidió que se instrumenten medidas para evitar cobros indebidos o descuentos por mora a los jubilados, monotributistas o trabajadores informales que resulten beneficiarios del bono especial.
Martello recordó que en el 2020, durante el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se instrumentó para paliar los efectos económicos provocados por la pandemia, se registraron “numerosos reclamos producto de descuentos que en su mayoría eran consecuencia de préstamos otorgados por financieras y entidades bancaria”.
Por ese motivo, dijo el defensor adjunto en un comunicado, la Anses emitió la Resolución 84/2020 y el BCRA la Comunicación 11.966, y “en ambos casos se estableció que los montos del IFE poseían carácter alimentario, no son susceptibles de descuento alguno ni computable para ningún otro concepto. Además, en caso de haberse efectuados débitos, dichos descuentos deben ser reintegrados inmediatamente a las y los beneficiarios”, subrayó.
Para Martello, en aquel momento y “a partir del reclamo realizado por organizaciones que se dedican a defender a las y los consumidores, se logró el reintegro de la totalidad de los importes descontados ilegalmente que, en no pocos casos, representaban más del 60% del monto asignado por el IFE”.
De acuerdo al anuncio realizado ayer por el presidente Alberto Fernández, se otorgarán bonos extraordinarios de $ 18.000 a trabajadores informales, monotributistas de categorías A y B y trabajadores de casas particulares de entre 18 y 65 años, y otra ayuda de $ 12.000 a jubilados y pensionados que perciban hasta dos haberes mínimos.
Se trata de un paquete de medidas para cuidar los ingresos de estos sectores en circunstancias excepcionales de aceleración del proceso inflacionario que afecta al mundo en general, y a la Argentina en particular, con un mayor aumento en los alimentos y la energía a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
El bono de $ 18.000 se dará en dos cuotas, en mayo y junio, mientras que el $ 12.000 para los jubilados y pensionados será en una única cuota en mayo, que se sumará al bono de $ 6.000 que se está pagando a los que perciben hasta un haber mínimo ($32.630).
Esta medida de ingresos se suma a las políticas implementadas anteriormente de aumento del 50% de la Tarjeta Alimentar, incremento de las asignaciones y adelanto del paritarias.