La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa por el intento de homicidio en su contra reclamó esta mañana a la Cámara Federal porteña que se ordene el secuestro de los celulares de las dos empleadas del diputado del PRO Gerardo Milman para investigar “hasta las últimas consecuencias” la “sospecha” generada por lo ocurrido en la confitería Casablanca.
Así lo solicitaron en una audiencia realizada ante la sala I del Tribunal de Apelaciones, de la que participaban los abogados Marcos Aldazábal y José Manuel Ubeira.