El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, afirmó esta noche que le advirtieron que podía ser víctima de una “emboscada” cuando fue a la protesta de colectiveros que se desarrollaba en cercanías de La Matanza, donde fue agredido, y dijo que había “gente que venía a provocar”, pero aclaró que no es “alcahuete” y entonces confió en que “haya fiscales que tengan lo que tienen que tener e investiguen”.
Berni reiteró que tiene “dolor en el alma” por el crimen del colectivero Daniel Barrientos, asesinado en la madrugada de este lunes en Virrey del Pino (La Matanza), pero consideró que “fue fusilado, brutalmente ejecutado”, y que “los testigos dicen que no fue un robo”.
“Lo de hoy es muy llamativo; nadie roba con dos vehículos de apoyo, con armamento que no es habitual, que tiene munición carísima. No es un simple robo. Estas situaciones pasan cuando la victima se defiende, pero acá no hubo plata, no hubo nada, se llevaron solamente una cartera y desde el estribo ejecutaron a un trabajador”, describió Berni en declaraciones a C5N.
Al mismo tiempo, indicó el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco, no lo llamó para solidarizarse y advirtió que “mejor no me llame porque se va a comer flor de puteada”.
“No necesito explicaciones, conozco demasiado bien cómo funciona esto. Esto no se hace, usted no puede poner en riesgo la vida de una persona”, subrayó.
También cuestionó a la exministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich, a quien nunca vio “en un conflicto” y destacó que estos temas “no se arreglan desde un escritorio”.
En ese sentido, recordó que el extitular de Seguridad de la provincia de Buenos Aires durante el macrismo Cristian “Ritondo se había comprometido a que los colectivos tuvieran cámaras y que transmitieran directamente”, pero “nada de eso sucedió”.
Además, señaló que durante el gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia el salario de la policía bonaerense “bajó 29 puntos”.
En cuanto a su intervención, contó que cuando llegó al lugar de la protesta, en General Paz y Juan Manuel de Rosas, “me dicen ‘esto es una emboscada, andate’, y cuando vi las caras me di cuenta que había gente que venía a provocar; cuando hice 100 metros sabía que esto iba a terminar así”.
“Mientras los enfrento busco la pared para buscar un flanco protegido, pero no me impedía la voluntad de seguir ahí”, continuó, al relatar los momentos en que fue agredido y sufrió traumatismos y lesiones que demandaron que le hicieran curaciones en el hospital policial Churruca.
Añadió que después de esos momentos críticos “íbamos a reunirnos, estábamos en pleno proceso, estábamos viendo donde nos íbamos a reunir; durante 20 minutos pudimos tranquilizar la situación, cuando estaba todo listo aparece la Infantería y les pido por favor que no avancen, salgo de la pared”, llegó la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y “prácticamente me lleva detenido”, cuando él explicó que quería quedarse.
“En ese ambiente se funde todo: los realmente dolidos, los activistas políticos, la interna de la UTA (el gremio de los choferes) que es terrible, los violentos y cobardes, todos juntos en manada”, describió.
Acerca de los agresores, Berni dijo que “no soy alcahuete, pero de la misma que cuando hay fiscales que denuncian enriquecimiento ilícito, debe haber fiscales que tienen lo que tienen que tener y deben estar investigando; seguramente las vueltas de la vida nos permitirá estar cara a cara en la calle”.
También mencionó el ataque de un policía porteño a un manifestante: “Salgo a proteger a un trabajador al que le pegaron un escudazo de una manera incalificable”.
Berni advirtió que “hay una metodología de incitación a la violencia de sectores políticos” y sostuvo que “en la Argentina no podemos seguir con este nivel de violencia”.